«En una clase de primer curso Mattia
había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales.
Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números
primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media
siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el
13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos
primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de
verdad.»
Esta bella metáfora es la clave de la dolorosa y conmovedora historia de Alice y Mattia. Una mañana fría, de niebla espesa, Alice sufre un grave accidente de esquí. Si la firmeza y madurez con que este joven autor desarrolla el tono narrativo impresiona y sorprende, no menos admirable es su valor para asomarse sin complejos, nada más y nada menos, a la esencia de la soledad.
Esta bella metáfora es la clave de la dolorosa y conmovedora historia de Alice y Mattia. Una mañana fría, de niebla espesa, Alice sufre un grave accidente de esquí. Si la firmeza y madurez con que este joven autor desarrolla el tono narrativo impresiona y sorprende, no menos admirable es su valor para asomarse sin complejos, nada más y nada menos, a la esencia de la soledad.
Soy de las que le gustan las historias de amor, pero no cualquier historia
de amor, sino esas que te roban un pedazo de tu corazón. La soledad de los números primos es de esta clase de novela.
En esta novela tenemos dos personajes muy marcados y desarrollados a lo
largo de toda la historia. Por un lado tenemos a Alice, quien tras un accidente
esquiando de pequeña termina con problemas de autoestima y una actitud muy dañina hacia sí misma. Por otro lado esta
Mattia, un gemelo demasiado inteligente que siendo pequeño toma una decisión
que cambiara para siempre su vida y la de su familia.
Cuando se conocen tienen 15 años y desde entonces seguiremos su historia.
Una historia incomoda, ruda, accidentada y llena de silencios y malentendidos.
Por algún motivo estos dos personajes están destinados a encontrarse, hay algo
que los une, pero a la vez sus propias personalidades los condicionan. Veremos
su madurez a través de los años y como sus caminos se separan y vuelven a
unirse, hasta un desenlace que nos deja con un sabor agridulce en la boca, pero
que luego de un rato nos damos cuenta que es el final perfecto para esta
novela, a la altura de los personajes y sus personalidades.
"Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos
gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad. "
La historia tiene un buen ritmo y la escritura es sincera, directa,
realista, tal como me gusta. No se dejen engañar, es una historia de amor que a
la vez no trata sobre el amor, sino que es un drama sobrecargado de temas ya
que el autor profundiza en un millar de aspectos de la vida. En algún sentido me hizo acordar a “La lluvia en tu habitación”, también una novela romántica que no tiene nada de romántica.
La soledad de los números
primos no es una novela
para cualquiera, sino que es uno de esos libros distintos que no buscan gustar
ni contar una historia bonita, solo relatan la crónica de dos polos opuestos
que están unidos por algo más que solo el destino.
En mi opinión Paolo Giordano un escritor para tener en cuenta.